La Historia del Trombón
El trombón tiene una larga historia que comienza en la antigüedad con varios tipos de trompetas y cornos primitivos, hecho con cuernos de animales o tubos de madera o metal. Estos instrumentos producen sonidos fuertes y ruidosos, pero muy pocos notas distintas. Por ejemplo, hay muchas referencias a “trompetas” o “cornos” en la Biblia, pero es seguro que estas instrumentos no tenían mecanismo para cambiar la nota excepto sobre la seria harmónica, como las bugles en las bandas de guerras del día de hoy. Alrededor del inicio del periodo de Renacimiento, varios talleres de instrumentos empiezan de hacer experimentos con varios tipos de varas en las trompetas primitivas para hacer un instrumento musicalmente mas útil, y eventualmente el resulto fue el trombón.
En la segunda mitad el Siglo XV, aparecen en la pintura Europeo, instrumentos en una forma muy similar del trombón de hoy, y en muy poco tiempo, el trombón fue unos de los instrumento más utilizados, por sus calidades versátiles de sonido, dinámica y afinación, y en cuando los compositores (como G. Gabrieli y C. Monteverdi) empiezan de especificar ciertos instrumentos en sus partituras, el trombón figura prominente. Pero durante del siglo XII, cuando los instrumentos de la familia de violín fueron perfeccionada en los talleres de Stradaveri y Guanari, el trombón, como la mayoría de los otros instrumentos de aliento, sufrieron un gran caída de uso.
Llegando a los fines del Siglo XIII, y el trombón fue limitado a los centros religiosos del imperio Austriaco. Pero en varios de estos centros, como en Salzburgo fueron algunas trombonistas virtuosos como un maestro Thomas Gesalt, quien fue compañero y amigo de los compositores Leopoldo Mozart (padre de Wolfgang Amadeus) y Michael Haydn (hermano de Joseph). Escribieron varios partes importantes para trombones en sus misas, otras obras religiosas y varias composiciones, con partes solistas para trombón alto. En este periodo Clásico Temprano, fueron escrito algunos conciertos para trombón alto de L. Mozart, M, Haydn, G Wagenseil y J. G. Albrechtsberger. Un poco después, fueron algunas partes importantes para trombones en los operas de C. W. Gluck (Orfeo y Eurodiche) y W.A. Mozart (Idomineo, Don Giovanni y La Flauta Mágica) donde utilizan los trombones para escenas donde fueron efectos supernaturales. Es también importante que mencionar el uso del trombón en las misas y vesperes de W.A. Mozart (como el Tuba Mirum en el Réquiem) y en los últimos oratorios de Joseph Haydn (como La Creación y Los Siete Últimas Palabras de Cristo) Pero, probablemente el evento más importante durante del periodo Clásico fue el inclusión de trombones en los 5ta, 6ta y 9no Sinfonías de Beethoven en los principios del Siglo IXX.
En estos mismos tiempos, después del Revolución Francesa, fueron organizado varios tipos de bandas populares (ancestros de las bandas sinfónicas del día actual) incluyendo trombones para sus propiedades de proyección en conciertos y ceremonias en aire libre. Un gran ejemplo de este tipo de música es la Sinfonía Fúnebre y Triunfal del compositor H. Berlioz en donde hay un gran solo para trombón en el segundo movimiento.
En el Siglo IXX (periodo Romántico), y después de la inclusión de trombones los últimas Sinfonías de Beethoven, fue un gran incremento del uso de trombones en las obras orquestales y operas de los grandes compositores desde F. Schubert, R. Schumann y F. Mendelssohn hasta R. Wagner, A. Bruckner, R. Strauss y G. Mahler. Es importante de mencionar el trombonista Carl Traugott Queisser, quien fue miembro del Orquesta Gewanthauss de Leipzig, bajo de la dirección de F. Mendelssohn. Ferdinand David, concertino de aquella orquesta, escribió su Concertino en Mi Bemol, Op. 4 para él, y está considerado hasta hoy en día, el concierto más importante para trombón y orquesta. Es también importante que mencionar el Concierto para Trombón y Banda Militar del compositor N. Rimsky Korsakov. Esta obra fue escrita cuando el compositor fue Inspector de Bandas Marineros del Impero Ruso.
En los fines del Siglo IXX en los inicios del Siglo XX, el compositor y trombonista Arthur Pryor gana mucho éxito como solista con la Banda Marino de Estados Unidos bajo del dirección del famoso compositor John F. Sousa. El probablemente es el progenitor de los grandes trombonistas de jazz y swing como Tommy Dorsey, J.J. Johnson y Jack Teagarten, quien habían avanzado mucho la capacidad técnica y lírica del trombón en muchos aspectos hasta el día de hoy. En nuestros tiempos con los avances en la pedología, son muchos grandes virtuosos del trombón, como Joseph Alessi, trombón principal de la Filarmónica de Nueva York, Christian Linberg, solista, director y compositor y Bill Watrous, gran maestro de jazz y música comercial.
Sobre toda la historia del instrumento, el trombón había existida en casi su misma forma con un vara telescópica, en forma de una U, desde sus principios hasta hoy en día. En el inicio, como fue el caso por casi todos los otros instrumentos de aliento, el trombón fue hecho en tamaños desde soprano hasta bajo. En realidad, el uso del trombón soprano fue muy limitado desde los principios, pero el uso de un trio del trombón alto (en fa, mi bemol o re), el trombón tenor en Si bemol (o en ciertas locales, en la) y el trombón bajo (en sol, fa o mi bemol), fue la norma hasta los principios del siglo IXX. Con el inicio del siglo IXX, la tendencia era de cambiar la sección por tres trombones tenores o dos tenores y un bajo, y en lugar del trombón bajo tradicional, con un nuevo tipo de trombón tenor-bajo con una válvula de transposición.
Desde estos tiempos la tendencia era de construir trombones con campanas y tubos más grandes para ayudar en la proyección y emisión del sonido en salas más grandes. Hoy en día, es común de encontrar en orquestas sinfónicas, secciones de dos trombones tenores en si bemol con transpositores de fa, y un trombón bajo, también en si bemol, pero con tubo y campana más grande de los tenores, y con dos válvulas de transposición para tocar notas hasta los pedales o fundamentales. En años recientes, el uso del trombón alto había visto un renacimiento de uso para tocar obras del periodo clásico, y en algunos casos nuevas obras para aquel instrumento. El trombón de émbolos, una invención de los años treintas del Siglo IXX, gana un lugar en varios países, como Italia, en donde fue preferida por su portabilidad en orquestas de foso, en varios países de Europa Central, en España y países Latino Americanos. Por medio de sus compromisos de sonido y afinación, su uso es muy raro en día de hoy en formas de música serio, pero tiene cierta popularidad en unas formas de la música popular.